Además de la ciudad de Roma, en sus proximidades hay muy buenas oportunidades de conocer otros parajes naturales y otros pueblos muy interesantes. Estas son algunas sugerencias de excursiones cercanas a Roma.
Castel Gandolfo y lago
Una de las excursiones más recomendables que se pueden realizar en un día desde Roma, es sin duda la visita a Castel Gandolfo, uno de los Castelli Romani. Los Castelli son un conjunto de pueblos de las Colinas Albanas, a poca distancia de Roma, que han tomado ese nombre ya que muchos habitantes de la ciudad en el siglo XIV fueron a refugiarse en ellos, donde se encontraban los castillos de diversas familias feudales romanas, como los Savelli, Colonna u Orsini.
El centro del pueblo es pequeño, y se encuentra elevado en una colina desde la cual se domina todo el precioso Lago Albano. En él, destaca la residencia estival del Papa. Recomendamos visitar este Castello Romano en primavera, pero sobre todo en verano, donde podremos hacer un agradable paseo hasta la playa del lago, y realizar en él un agradable baño, o simplemente disfrutar de un agradable aperitivo en sus orillas en uno de los varios locales existentes.
Comer porchetta en Ariccia
Si le gusta el buen comer y beber, no dude en visitar otro de los Castelli Romani, Ariccia. En este enclave de la región del Lazio, podrá degustar la famosísima porchetta, uno de los platos más típicos de la zona centro de Italia. Se trata de porciones de un cerdo entero al horno, condimentado con hierbas aromáticas, sal y pimienta. Se debe degustar en una de las múltiples fraschette, que existen diseminadas por toda la localidad. Tan pronto como baje del coche o autobús, podrá sentir su aroma inconfundible. Nota curiosa es que se coma a rodajas frías, como parte normalmente del antipasto, o también en pan, a modo de bocadillo.
En septiembre se celebra la Sagra della porchetta, es decir, una fiesta popular dedicada a este alimento, momento en el que se puede degustar gratuitamente o a precios mucho menores. De todas formas, hay que señalar que comer en estas fraschette, contrariamente a lo que sucede en Roma capital, es muy económico.
Acompañe este plato típico con el también famoso vino dei Castelli Romani, por ejemplo el Colli Albani, con denominación de origen.
Puede completar su jornada en este pueblecito visitando el Palazzo Chigi, la Collegiata di Santa Maria Assunta o el gran puente construido hacia la mitad del XIX por iniciativa de Pio IX.
Tivoli
Se trata sin duda del más bonito e interesante de los pueblos que se encuentran en las Colinas Albanas. Pasear tranquilamente por sus calles y plazas, o encontrarnos con el castillo de Rocca Pia es un ejercicio muy agradable. Pero sin duda, el plato fuerte son sus 3 maravillosas villas:
– Villa Adriana
Esta primera de las 3 villas no se encuentra como las otras en el núcleo urbano de Tivoli, sino a unos 3 ó 4 kms del centro en dirección a Roma. Se trata de la villa que el emperador de orígenes hispanos, Adriano, se hizo construir para convertirse en su residencia, ya que detestaba el caos y la masificación de la capital del imperio. Eligió un enclave precioso, aunque muy caluroso en verano.
Actualmente se pueden contemplar multitud de ruinas de aquellos edificios que componían su residencia y las de sus sirvientes, en bastante buen estado de conservación. Se dice que incluso el propio emperador influyó y decidió el diseño de bastantes de los edificios, al ser un apasionado de la arquitectura.
– Villa Gregoriana
Reabierta al público hace poco tiempo, la Villa Gregoriana, situada en el llamado Valle dell’inferno, nos ofrece la posibilidad de realizar agradables paseos por diversos senderos en medio de la naturaleza, siempre rodeados por una extensa vegetación.
Debe su nombre al papa Gregorio XVI, encargado de embellecer la zona –sin escatimar en gastos- tras realizar una importante obra de ingeniería en 1835, desviando el curso del rio Aniene, responsable de varias inundaciones de la localidad de Tivoli. De este modo, podemos ver una impresionante cascada que cae a lo largo del valle tras atravesar la montaña por los túneles construidos en aquella época.
A este papa también se le debe el puente que da acceso a una de las entradas actuales de la villa, que hoy en día sirve solamente para atravesar las aguas del rio en épocas de crecida.
– Villa D’Este
La última de las tres villas de Tivoli, no por ello la menos interesante, ofrece la posibilidad de pasear por un inmenso jardín, donde el agua es protagonista absoluta. Cientos de fuentes diversas fueron construidas y colocadas de manera magistral y sorprendente en la ladera de la colina donde, desde lo alto, el palacio ofrece unas magníficas vistas de todo el valle. La propia villa es un bello palacio, con importantes frescos y otros elementos arquitectónicos, pero sin duda lo que más llama la atención son los mencionados jardines. Entre todas las fuentes monumentales – las hay de todos los tipos y tamaños- destacan por ejemplo la Fontana di Venere, la del Bicchierone (del gran vaso, de la gran copa), atribuida a Bernini, Le Cento Fontane (más de cien fuentes formando un único conjunto) o la Fontana dei Draghi (fuente de los dragones). En verano, se organizan visitas nocturnas a la villa, iluminada en un modo muy artístico y sugestivo. Absolutamente recomendables.
Ostia antica y playa
Ostia, aparte de una palabra bastante llamativa para los españoles, era el antiguo puerto de Roma. Poca gente en efecto conoce la estrecha relación de la ciudad con el mar y el comercio marítimo. Situada cerca de la desembocadura del Tíber, esta antigua ciudad, muy probablemente la primera colonia del imperio, es en la actualidad un impresionante conjunto de ruinas que algunos entendidos llegan a comparar en ciertos sentidos incluso con la famosísima Pompeya.
Durante la Edad Media, los ladrillos de los edificios de Ostia, fueron usados para otras construcciones, de entre las cuales la más famosa quizá sea la Torre de Pisa.
Entre las construcciones existentes en la antigüedad, destaca un famoso faro, termas y letrinas públicas, y un gran teatro, en el que todavía hoy en día se llevan a cabo representaciones de diversa índole. Además, se pueden observar gran cantidad de mosaicos.
Cerca de las ruinas se encuentra el Lido de Ostia, la playa más cercana y famosa de Roma. Aunque existen bastantes servicios y en verano dispone de gran ambiente, lo cierto es que su cercanía a la desembocadura del rio, obviamente no la hace famosa por la claridad de sus aguas o la calidad de su arena.